¿Pasar el invierno sin gafas que se empañan? ¡Vamos allá!
Ya conoces esa sensación cuando entras a algún establecimiento y no puedes ver prácticamente nada. Tu primera impresión es que ves borroso a tu alrededor, así que te quitas rápidamente las gafas y con los guantes intentas limpiar el vaho. Luego, una vez que enfocas bien, notas que alrededor de tus ojos y en el puente de la nariz tienes las marcas de la montura. Cuando todo esto termina y vuelves a salir a la calle, empieza de nuevo la odisea y preocupación sobre si pierdes las gafas durante una nevada o si se rompen. Luego, si se te rompen, vas al óptico, pero está cerrado por vacaciones o tiene horario reducido y tardará más de lo normal en darte las gafas nuevas. Y ya si practicas ski ¡eso sí que es una odisea! Se te pueden empañar mientras desciendes por la pista a toda velocidad o, incluso peor, se te escurren por dentro del casco y no puedes ver nada.
¿Te suena familiar o alarmante? Y todavía no hemos comentado el tabú que hay con llevar gafas de buceo graduadas, porque las hay aunque no te lo creas y cuestan mucho más que unas gafas normales.
Entonces, con todos estos inconvenientes por unas simples gafas, ¿crees que disfrutarías del invierno al 100%? Todo es mucho más simple, ¡compra lentillas! ¿Tienes dudas de si son la solución más acertada? Para eso estamos así, aquí te dejamos los mitos y miedos más comunes que la gente suele tener y ¡nada más lejos de la realidad.
1. Las lentillas se congelan Nada de esto debe causarte ninguna preocupación porque las lentillas se ajustan perfectamente a la temperatura de tu cuerpo y se mantienen constantes durante todo el tiempo que las lleves puestas. Además, para añadir más pros, los expertos recomiendan usar gotas hidratantes para potenciar el confort, pero esto no es solo durante el invierno. Se recomienda usarlas durante todo el año.
2. Los ojos con lentillas se humedecen y sienten más quemazón que sin ellas Por supuesto, si llevas gafas, estás acostumbrado a que el viento no entre directamente en tus ojos ya que los cristales de las gafas actúan como protector. Sin embargo, si llevas lentillas, tus ojos se comportarán normalmente, de manera saludable e, incluso, en situaciones de condiciones extremas se humedecerán (por reacción natural), pero si tienes la oportunidad de humectar tus ojos con gotas oculares y llevar gafas de sol para evitar el viento, te sentirás más cómodo sin las gafas normales. Por otro lado, si quieres evitar el usar gotas, puedes usar lentillas que contienen ingredientes hidratantes.
3. Los líquidos y las gotas oculares no se pueden transportar y se deben mantener a temperatura ambiente Aunque los fabricantes adviertan que los líquidos y gotas se deben almacenar a temperatura ambiente, no tienes que preocuparte si viajas. Llevar el líquido o gotas en tu equipaje no es algo ideal ya que puede hacer que pierda paulatinamente sus propiedades después de más de una hora en contacto directo con el frío. Así que es mejor llevarlos en el equipaje de mano en tamaño viaje. ¡Resuelto!
¿El resultado? ¡Las lentillas no son solo la mejor opción en invierno! Olvídate de gafas empañadas que se escurren bajo el casco mientras esquías; puedes llevar gafas de sol o de buceo y no tendrás que preocuparte por si se rompen o se pierden las gafas mientras vas por la calle en condiciones climatológicas adversas. Otro aspecto positivo es el hecho indiscutible de que las lentillas, al contrario que las gafas, no restringen la visión periférica.
¿Tienes alguna pregunta? ¿Tienes alguna opinión en favor o en contra de las lentillas? Comparte tu experiencia con nosotros y con tus amigos en Facebook o deja aquí tus comentarios. ¡Te deseamos un cálido y tranquilo invierno sin gafas!
